Los Chullpares de Totora.
Se encuentran distribuidos en casi toda la
extensión que comprende el poblado del mismo nombre. Son construcciones
funerarias de tiempos pre coloniales, presumiblemente de los señoríos aymaras
que se asentaron por la región.
Fueron edificadas con la mezcla de arcilla con
paja y su base era de piedra. Tienen en promedio 3 y medio metros de
alto y más de 2 metros de ancho. Cuentan con una puerta de
forma triangular de un metro de altura con vista al este. En su
conservación y deterioro, al mismo tiempo, participaron los lugareños.
Muchos de ellos depredaron las edificaciones influidos por la idea de que
en el interior había tesoros escondidos, a diferencia de otros que tenían
apego a los valores culturales de la región. De ese modo actualmente se
conservan en el pueblo siete torres funerarias que se han mantenido a
pesar del clima árido y ventoso. Es aconsejable visitar este complejo
funerario con ayuda de los propios pobladores, debido a que para alguno de
ellos estos sitios son sagrados. La temporada ideal para recorrer
los chullpares es la época seca que comprende los meses de mayo a
septiembre.